Arley
Rodríguez
Jugar fútbol profesional fue el sueño que persiguió de niño Arley Rodríguez Henry. Consciente de que en San Andrés sería imposible hacerlo realidad, porque allá la mayoría le apunta al béisbol con la ilusión de llegar a las Grandes Ligas, este volante ofensivo no vaciló cuando los dirigentes de Piscimol le propusieron venir a Medellín.
Aconsejado por su hermano Ángello (delantero del Envigado Fútbol Club), quien se vino cuatro años antes para la capital antioqueña, el admirador del brasileño Ronaldo se propuso ser alguien en el fútbol y después de nueve años aparece como una de las revelaciones de la Primera B con Leones Fútbol Club de Bello.
“Nuestro padre José Manuel nos apoyó para que fuéramos futbolistas y creo que vamos por buen camino, ya que gracias a mi esfuerzo y sacrificio desde los 12 años que llegué a tierras paisas, debuté en la Primera A con Nacional cuando tenía 17 años con la bendición del profesor Santiago Escobar y ahora sueño con los Leones”.
Consciente de que su turno en la lista verdolaga era lejano, Arley aceptó el reto del Torneo Postobón cuando lo prestaron al Dépor el semestre pasado. Fue en el equipo vallecaucano en el que se fortaleció y con el ritmo y el nivel adquirido llegó en julio a los Leones, donde se encontró con varios amigos y recibió el respaldo de Álvaro Hernández, técnico que lo considera “fundamental en nuestra campaña, porque es polifuncional”.
Al preguntársele ¿cómo se define?, Rodríguez contesta que “soy un jugador rápido, inteligente y goleador”. Ese concepto lo valida con los siete tantos que ha logrado en el elenco bellanita y su presencia en la titular en el onceno que este domingo recibe al Unión Magdalena.
A sus 21 años Arley tiene claro que apenas termine su experiencia deportiva será “entrenador, porque llevo el fútbol en las venas gracias al buen ejemplo de mi hermano Ángello, quien se la pasa diciéndome que trate de ser mejor todos los días y me recuerda que las diagonales y el constante movimiento le ayudan a uno en la cancha”.
Gracias a la alegría que identifica a los isleños sus primeras celebraciones fueron a ritmo de reggae, champeta y reguetón. Ahora que es mayor de edad y completa tres años largos en el profesionalismo, Arley combina sus festejos con la música caribeña y la fe. “Me gusta arrodillarme y mirar hacia el cielo para darle gracias a Dios por tantas cosas buenas que me pasan”.
Su meta a corto plazo es “hacer historia con Leones, ojalá logrando el ascenso con base en el buen fútbol, porque no llegué a ser uno más.
Después sacará tiempo para proyectar su carrera deportiva, en la cual tiene una asignatura pendiente: jugar la máxima categoría con Nacional, dueño de sus derechos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario